Sin Antelación _ 19 de junio de 2011
Y yo que te pedí “no te enamores”
Que no me miraras a los ojos profundamente
Y yo que te pedí “mantengamos la calma”
Que no entráramos en un territorio memorable
Cuanto más proscribí mi corazón más lo he lastimado
Porque aunque no está solo siempre despreció las cadenas
Ahora las palabras que en mi boca fueron oro
Se trasformaron en locuras de un corazón errabundo
Y yo que te pedí que no diminuyeras tu sentir
Si tu corazón en su acierto se hallaba
Porque todas las dudas siempre desaparecen al final
Y todo será a pesar de los días, los hombres y sus heridas.
A. Collante
http://poetasebusca.blogspot.com/
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