Sed y Agua _ 09 de junio de 2011
Agua corre por la boca seca
El desierto vacío se acrecienta y brama
Con una distancia llana de memoria y pena
Los pies descalzos evocan sufrimientos húmedos
Y la montaña distante tiene su rostro estampado
Como un poderoso atardecer incendiado en ti.
Calle abajo ruedan las siluetas
Las sombras perplejas lejos del mural
Igual que luciérnagas en contrapunto
Con el pecho hendido se adueña el mundo
Porque su hueco se trasforma en clamor
Y el deseo en necesidad cuando todo falla.
A. Collante
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