Del Poeta que Busca _ 08 de junio de 2011
I
Que peso carga la espalda
Cuando el pecho lo siente
Cuando la lagrima cae
Y el poeta desaparece
Entreverado el pensamiento
Se agita y amarra sus cabos
Eslabones que han mejorado
La manera en que me hundo
Que momento elegirá mi añoranza
Para enfrentarme con la verdad
Si cada paso es irrepetible, único
Como el aliento que expiramos
La presión y la angustia socavan
La ausencia venenosa reclama
Predeterminando las siluetas
Que se van al piso conmigo
Hay movimiento en lo profundo
Acantilados indispensables
Y males tan anchos y bellos
Como las luces reflejas en la mar
Que cosa soportara la espalda
Cuando trata de aquello sentido
Si el mundo entero es testigo
De esta puesta y su sonata
II
Vida escénica proclama
La partida del poeta
A la hora y día exactos
De una ultima sonata
No juega ni endereza
La rima sin canción
Se transforma en un susurro
Que ilumina y fallece
III
He muerto tantas veces en una rima maldita
Entre palabras bellas como el sol o la luna
Perdido siempre en miramientos de soslayo demasía
Observando apresurado como su alma me grita
He muerto hace tan poco que no recuerdo si viví
No recuerdo si he respirado el aliento del amor
Si no exclusivamente a través del infortunio del poeta
Que muere sin morir y sobre sueña sin vida
IV
Bajo un cúmulo de pena la lagrima grita
Creando surco a su paso sobre la mejilla muerta
Todavía retumba el pálpito funesto dentro de mi pecho
Recordando el pasado que siempre fue mejor y nunca volverá
V
He visto morir un deseo de juventud
Suplantado por angustia igual que un rencor
Transfigurar la emoción encadenada al tacto
He visto morir el amor, la pasión, el llanto.
A. Collante
http://poetasebusca.blogspot.com/