Tiritar – 26 de septiembre de 2010

Tiritar – 26 de septiembre de 2010

Puedo vivir a la sombra del mundo

Cuando sienta su calor en mi pecho

Puedo perder cada cosa que quieras

Si con ello encuentro tu risa

Amaré el ocaso si ella me arrastra

Hasta los confines de mi alma

Cruzando el mar y los estanques

Entre el río y los fuegos del amor

Puedo pensar en alejarnos de mundo

Y adentrarnos en las pantomimas

De rostros nuevos y fieras corderos

Si nunca sueltas mi mano mi bella

Amaré el ocaso si llevan mi corazón muerto

Hasta los confines de la paz que nunca tuve

Cruzando esa mirada oscura y tan bella

Que me hizo tiritar de inocencia

A. Collante

Cuidado soy un ser humano – 26 de septiembre 2010

Cuidado soy un ser humano – 26 de septiembre 2010

Cuidado, soy un ser humano

Todas mis intenciones son buenas, pero mi corazón no entiende

A mi alma no importan sus decisiones, mi pecho manda

Y en lo que respecta a vos, te torno mi droga mi necesidad

Cuidado amor mío, soy un toxico sentimiento

Todas mis palabras llegan a tu fondo, allí hacen nido y engendran amor

Aunque el tiempo me lleva por delante, mi conciencia no gobierna los sentimientos

Podría amarte aunque no quisiera, aunque fuera inútil, aunque el mundo no entienda, aunque no estés conmigo.

Cuidado corazón bello, porque eres bella en tus ojos

No conozco de los días su melodrama, si no es hablar de ti conmigo mismo

Soy un hombre sincero hasta donde da mi apariencia, pero maldigo los actos que nos lastiman

Porque amar es el mejor de los dones, y esperar la mejor de las virtudes.

A. Collante

Ya no recordarás – 22 de septiembre 2010

Ya no recordarás – 22 de septiembre 2010

Tengo el corazón deshecho

Estirado, sobre valorado y tieso

Una piedra que duele, me hunde

Una lagrima viva, un dejavu

Late por la inercia de los días

Sin dudas todavía no sabe que ha muerto

Un suspiro de vida, malentendido

Mejor que se haga polvo para descansar

Tengo las manos agrietadas

Las piernas ya no me sostienen

Mi voz no tiene sentido y duerme

En el fondo de una nostalgia

Rápida la vida pasa

No se detiene nunca

Los años no caben en mis bolsillos

Me alejaré para siempre y ya no me recordaras

A. Collante 

Visión – 22 de septiembre 2010

Visión – 22 de septiembre 2010

Amarillo, lejano sol

Verde espacio alegórico

Canales agrietados surcan

Los campos celestiales

Brava voz en truenos

Clamor de tierra y agua

Bajará su néctar en mí

Y viviré en ella por siempre

Claridad amanece despertando

Solitaria la luna se desvela

Los estertores y las lágrimas

Entre los fuegos de mi amor

A. Collante

Parlamento – 21 de septiembre 2010

Parlamento – 21 de septiembre 2010

El aire se mueve, las miradas están caídas

El corazón late por inercia sin aliciente

Era tan bello amar ahora todo es espacio

Siento que me traspasa su alma y me deja su aroma

-Yo que tanto tengo para dar, tanto amor que entregar

 Ahora que me siento nuevamente una niña en pañales

 A donde se irán todas las cosas que quiero, que soy,

 A donde se irá mi amor el que tengo para ti.

-Ya no dudes de mi juicio, cada cosa a su tiempo

 Te he amado como a todos, es hora que marches

-Entre tanto, me siento lista, lista para nacer

 Quiero nacer ya, quiero entregar mi amor.

Y mis lagrimas brotan, la pena como un abierto pecho

Mi corazón duele como nada, porque te perdí

Menguare como todas las cosas, pero sin propósito

Ya no soy ni seré el mismo, ahora que nada importa.

A. Collante

Desde un sueño horrible.

Tembloroso - 8 de septiembre 2010

Tembloroso - 8 de septiembre 2010

Doy vueltas tembloroso

Se que tu amor no da a  elegir

Que amas a través del mundo

Como quien vino morir

Te voy buscando anhelante

Pero el pecho me ahorca

Tengo el corazón en un salto

El amor se me desboca

Quiero besarte con ímpetu

Generar tu cicatriz

Quiero ver mi reflejo en tus ojos

Y encontrarme en ti

Quiero respirar roncamente

En tus temblores de amor

Y desaparecer el mundo

Ser únicamente dos

Porque mi pecho te inventa

Donde la mirada se escapa

Te veo y busco en desespero

Porque la vida no aguarda

Doy vueltas tembloroso

En nuestro árbol mi amor

Espero que tomes mis manos

Para cantar tu canción

A. Collante

Flaqueo – 6 de septiembre 2010

Flaqueo 

Contemplo la página blanca sin idea alguna

Ha estado ahí un rato y mi mente divaga

Tengo que declarar que mi interés escasea

Cuando el corazón manda lo demás merodea

Tengo un no sé qué clavado en mi pecho 

Un hasta siempre y no un hasta pronto

Me da vueltas la cabeza esa tarde de plaza

De palomas y miradas mientras todo pasa

Veo mis manos describir ignorantes

El prontuario de una herida silente 

El dolor en el fondo de los ojos de un hombre

Cuando desea, cuando ama, cuando en la opción titubea.

A. Collante

Naufrago del tiempo – 6 de septiembre 2010

Naufrago del tiempo 

Voy a quemar los remos, a dejarme naufragar

En la distante memoria que nos ata y estruja

Me quitare este disfraz, este rostro, estas carnes

Y me dejare caer en la melancolía del llanto

Tras el mar infinito se halla la promesa de la tierra

Y aquí, sobre esta arena, solo tu ausencia y mi pena

En las aguas y su vaivén se ahogan mis rabietas

Como si nunca más fuera posible acortar la brecha

En el sopor del horizonte, la bruma de lo distante

Amarillos y rojos estallan como un bravo incendio

Y cada palabra de mi sangre se la lleva el viento  

En tanto desangro la cruel verdad que nos aparta

He vivido un tiempo, solo un momento

Y contigo ese fragmento que llamo vida

No tiene pies ni cabeza ni corazón ni rima

Todo será tuyo, todo me lo quitas 

Voy a quemar mi navío, mi transporte, mi salvamento

A quedarme aquí en desmedro de mí pecho

Porque todo debe concluir y cada cosa a su tiempo

Para que quede el suelo, el mar, el viento, y el fuego.

A. Collante

A mi suerte – 6 de septiembre 2010

A mi suerte 

Me duele el corazón, no como esperaba, pero decididamente

Cada vez que respiro, la herida es implacable y se perpetúa en la memoria

Doy cuenta del engaño en que incursiono, y me asombra la ceguera

No todo lo visto es, lo sentido, aquello que espera ser, tal vez sea

Me descubro rumiando su rostro, mi preocupación, su olvido

Como estudiante nuevo y su carta de amor, tan inocente y a piel viva

La conexión lo es todo, el resto, se acomoda a lo esperado y será

Soy un cúmulo de buena ventura a la hora de necesitarla, porque a mi suerte parto y a mi suerte muero.

A. Collante

Pluma y Tinta – 5 de septiembre 2010

Pluma y Tinta 

Estoy desangrando letra

Aunque no entiendas

Porque no suelo quejarme de lleno

Pero si cuando me faltas

Me descubro taciturno

Entre la tarde y el sueño

Y sin embargo te desnudo

Porque me dueles como nada

Estoy desangrando tinta

De un tintero bermejo

La prosa ya no ayuda

Todo me es enfermo

El aire no me sirve

Ya no expío mis deudas

Las apisono para hacerme el suelo

Donde cabe mi tumba

Estoy vivo pero no vivo

Te acuso a vos, devoción mía

Aunque no lo reconozcas

Aunque me mienta

Aunque solo derrame tinta.

A. Collante  

Bien pudiera – 5 de septiembre 2010

Bien pudiera 

Bien pudiera ser que de todos los males fuiste mi preferida

Que los mares enteros no cuentan sus valías a gente como uno

Y que solo nuestros secretos se convierten en secretos de todos

Que tal vez nosotros los pecadores seamos simplemente hombre

Y atendemos los asuntos de los hombres en tiempo y forma estipulados

Y que sencillamente nos abandonamos a los designios del instinto

Bien pudiera ser que todas las heridas del mundo no duelen como la propia

Que al respirar nadie percibe el aroma de la muerte cuando sueña con estar vivo

Nadie quiere morir al final de día pero nadie vive de la manera mas vivida

Tal vez seamos para algunos lo que los demás esperan que seamos 

Que al aparentar ser lo que no somos encontremos el motivo para serlo

Aunque las apariencias siempre engañan los sentimientos son certeros

A. Collante

Pretensión – 5 de septiembre 2010

Pretensión

En la paciencia de la tierra me abandonare

Entre el arrullo de los árboles sostengo el aliento

Mas el fuego de mis labios buscan su beso.

Distante ella mi dolor encarna

Y adivina el pensamiento como una daga

Mientras se cuela vertiginoso como un veneno.  

Hallo la vida imaginada de romeo

Su mortandad asegurada no inquieta

Pero la pérdida, Oh! Maldito Karma!

Moriré certero igual que todos

Entre los rumores de los hombres necios

Y su caricia soñada, será mi deseo. 

A. Collante

    

En su mirada – 5 de septiembre 2010

En su mirada 

En su mirada encuentro mi rostro, tan parecido al mío

Tan semejante en carácter pero diferente en espíritu

Soy un risco parco, elevado, y su mar me socava

Con el mismo mote en que muerdo mis días de hombre

No adivino en su mirada el fantasma visitante

Veo sus marcas, su vida, las cicatrices bellas que dan cuenta del tiempo

Puedo adivinar en su mentira, tan fácil como engaño

Esos pozos profundos me conmueven, me abarcan, aunque veo su desdicha

¿Qué provocó el cambio, la necesidad, que miedo o remordimiento la inquietan?

¿Qué dolor debe espiar de su espíritu? No lo sé.

A. Collante

Buenos Aires y Tormenta - 5 de septiembre 2010

Buenos Aires y tormenta

Sueño y noche, pies y tierra, voz tenue en lo silente, un arroyo dulce.

Una melancolía alegórica incierta, broma del destino, juego de luces y sombras, amor en estado puro.

Busca su esencia una vez perdida, respira tristeza, me da alegría, y en el fondo de sus ojos mi reflejo.

Buenos Aires ampara en lo profundo, su línea gotea tinta y humo, sus sillas están llenas de historia y las mesas hastiadas de manos frías, cálidas, unidas.

Siento pasos interminables sobre la piedra, monumentos al ingenio humano pero perecedero, como todos, como cada uno de nosotros.

Debo estar vivo, siento pena, debo respirar, me duele el pecho, debo tener miedo, la certeza es un cuchillo afilado.

Cada palabra que decimos es un néctar delicioso, tu voz es mi drama y tu tacto una droga imperfecta, mientras estrechamos el adiós. 

Tenemos poesía, drama, felicidad y tristeza, mas todo junto no explica aquello que somos.

Soy una tormenta, una brava espera, una canción pagana y mi musa, un capricho de mi pecho. 

A. Collante

Estambre y Rama - 2 de Septiembre 2010

Estambre y Rama 

Broto como rama, reverdezco, me alimento

La brisa trae rocío, ocre cielo matutino, impío

Soy un círculo perpetuo, provengo de la vida, volveré a ella

El río calma mi sed, calor la luz, y duermo a la vera de la luna

Soy parte de ti, la misma sangre nos une

Las tormentas nos castigan por igual, cada parte, al respirar

Tú eres mi sostén, mi suelo, mientras manifiesto

Y en el amor, nos prolongaré.

A. Collante

  

Una Certeza – 2 de septiembre 2010

Una Certeza 

Tengo la certeza que viviré poco, que no muchas cosas importan, sino ninguna.

Siento que quiero ser hierba verde, un árbol que atesore mis restos, que me consuma una vez en el suelo.

Nunca estuve tan seguro de nada, la nube gris que me cubre no está, solo el sol y el río.

Faltara la caricia del amor, la calidez de sus brazos, la mirada furiosa en los contornos del deseo, seré silencio.

Y el sol no me importará, el río no me arrullará, no devanearé los ojos en nada del mundo, permaneceré inmóvil e insensible.

Tengo la certeza, la convicción, el ánimo para ilusionar que aquello, será el despertar del sueño de los vivos.

A. Collante

De Nosotros - 2000

De Nosotros - 2000

De nosotros, se extiende el río fértil,  cual deseo y amor.

Como de los prados los verdes tupidos de la naturaleza.

De nosotros y solo de nosotros reinara el clamor vital.

La experiencia de lo inexplorado.

A. Collante

Para que leas – 21 de Junio 2000

Para que leas 

Diría así, que amo lo que eres, porque eres real, no una simple imaginable fantasía, respiras realidad en la manera en que hablas y sueñas amor en la forma que vives.

Digo entonces que me llamas los ojos, el ansia, el miedo de la confusión, la necesidad de que sepas aquello que los dos sabemos.

Digo que camino tus pasos cuando comercializamos recuerdos, cuando en el júbilo ríes y me sonríes, cuando en el llanto te tornas mi apoyo.

Digo así que amo lo que eres, porque eres un sueño y te respeto porque no estás sola, pero conoce bien la valía de mis palabras, de mis anhelos, mi amor de hombre necio.

Mis labios están sellados, mis rayados garabatos en el anonimato, y mi realidad en lo profundo de mi corazón, porque te amo y quizás, tu… me consientas este halago.

A. Collante.