Carta I _ 28 de diciembre de 2010
Te leo nuevamente, me extrañas
Esa carta lenta y viva se quema
Con rabia y lágrimas mis ojos leen.
Es menester nuestro deseo
Lo imposible que siempre es mejor
A las realidades y el sentido humano.
La distancia impuesta es necesaria
Las vidas ajenas una prueba de fe
Fe en que el amor nos sea esquivo para vivir.
Mi mundo sigue conmovido
Cada fibra y pálpito en su centro
Mi deseo tu deseo y mi vida tu vida.
Que cosas, que palabras, tu boca guardan
Que ultima defensa se sostiene
Si hemos sido y hoy nos hiere.
Guardaré en mis adentros ese amor
El mismo que me hiere y muerde
Y te dejaré pensarme y pensarte.
A. Collante
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