A la vera del trueno _ 29 de julio 2018
Igual que antes, desde el punto mas lejano, a mi diestra llega la mar, en desolados pensamientos y dolores de pecho, como si al espíritu el desgarro fuese su recompensa. Más mi ingrato pensamiento al dolor se refiere y a su séquito memorioso de bellos momentos que ahora brillan por su ausencia. Mareas gigantescas que se anudan en los ojos, las manos, el pecho y el vientre, como dolor de muerte y desamparo. Pero aún así, este templo pasajero resiste el embate a un alto costo. Como ha sido siempre. Esperanzado en la mengua del rapaz trueno.
A. Collante
www.poetasebusca.blogspot.com
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