Sin argumentos _ 05 de enero de 2012
Tristemente, innecesariamente
Malestar meticuloso y duda respetuosa
Sensación inconforme aglutinada en la carne
Y mi corazón se carcome anicotinado y mustio
Entreverado en reverso maldiciente
Arremeto pedregoso sobre la memoria pesada
Que me estoca fácilmente sin esfuerzo
Y me muestra la deshonra que me marca
Sin argumento ni defensa me desmiembro silencioso
Quejumbroso y arrasador sobre los tallos endebles
De mi maldiciente perenne confianza y anhelo
Tan apartado, doliente, sin explicaciones.
A. Collante
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