Tú sabes 27 de enero de 2012
Tú sabes, en lo profundo,
Las mareas son incontenibles
Las miradas encendidas en una vela
Desdoblan el tiempo.
Tú sabes, muy dentro
Que no todo silencio tiene su represaría
Y no toda situación es clara entre los hombres
Ni el pasado se borra con un soplido.
Tú sabes, desde hace tiempo
Que decir y hacer no siempre es sentir y creer
Pero las voluntades sobresalen entre lo hecho
Y el corazón es lo que es y desea lo que desea.
Tú sabes, tanto, como yo sé.
Eso nos hace muy tontos
Pero existen tontos peores en situaciones mejores
Y no tontos mejores en peor situación.
A. Collante
Desde hace tiempo tengo la afición de escribir, ha resultado para mí una suerte de válvula de escape, escribir me ayudó durante varios años, hoy de esta forma, quiero compartir estas experiencias de mi particular vida. Decidí iniciar este blog para tal fin y hacerles llegar parte de esas sensaciones en forma de poemas.
viernes, 27 de enero de 2012
sábado, 21 de enero de 2012
Al unisono _ 22 de enero 2012
Al unisono _ 22 de enero 2012
Estoy viejo, estoy maldito, esto viviendo y estoy muriendo, todo al unisono.
A. Collante
Estoy viejo, estoy maldito, esto viviendo y estoy muriendo, todo al unisono.
A. Collante
Visión _ 21 de enero de 2012
Visión _ 21 de enero de 2012
Bravo exaltado anacrónico pecho
Alegría alegórica del infortunio
Maniatado sollozo desbordado
Que a los ojos abraza y cautiva.
Enrojecido grito desmenuzado
Sobre la garganta y boca sin palabras
Dejare su angustia a mis hordas
Necesitadas de tortura y aliento.
Vuela bajo el ojo con que veo
Embromada aparición atrayente
Deshaciendo las manos que construyen
Para abandonar la peor de las ruinas.
A. Collante
Bravo exaltado anacrónico pecho
Alegría alegórica del infortunio
Maniatado sollozo desbordado
Que a los ojos abraza y cautiva.
Enrojecido grito desmenuzado
Sobre la garganta y boca sin palabras
Dejare su angustia a mis hordas
Necesitadas de tortura y aliento.
Vuela bajo el ojo con que veo
Embromada aparición atrayente
Deshaciendo las manos que construyen
Para abandonar la peor de las ruinas.
A. Collante
Entre proverbios _ 21 de enero de 2012
Entre proverbios _ 21 de enero de 2012
No hay peor derrota
Que dejar escapar las arenas
Entre los dedos sin ninguna lucha.
Todos finalmente dejamos
Escapar las arenas del tiempo
Pero bien de aquel que ve y descubre
Que lo ha hecho luchando.
A. Collante
No hay peor derrota
Que dejar escapar las arenas
Entre los dedos sin ninguna lucha.
Todos finalmente dejamos
Escapar las arenas del tiempo
Pero bien de aquel que ve y descubre
Que lo ha hecho luchando.
A. Collante
lunes, 16 de enero de 2012
Veo _ 16 de enero de 2012
Veo _ 16 de enero de 2012
Veo hace un tiempo
Luego de mucho estivado
Beatitud moldeada en pena
Y pensamiento difuso, harto.
Camaleónica bajeza que trasluce
Su maldita esencia hasta la herida
Y la verdad que apremia se traduce
En mea culpa, maldiciente.
Veo hace un momento
Como si nunca me fuese mas claro
Que seré, soy, y fui, un capricho andante
Y a la hora de la verdad, temeroso
Un soldado que huye para vivir padeciendo
Intentando remediar, sedar, olvidar, moldear
Aquello in moldeable, aquello indómito.
Traducido en mea culpa, me culpa.
A. Collante
Veo hace un tiempo
Luego de mucho estivado
Beatitud moldeada en pena
Y pensamiento difuso, harto.
Camaleónica bajeza que trasluce
Su maldita esencia hasta la herida
Y la verdad que apremia se traduce
En mea culpa, maldiciente.
Veo hace un momento
Como si nunca me fuese mas claro
Que seré, soy, y fui, un capricho andante
Y a la hora de la verdad, temeroso
Un soldado que huye para vivir padeciendo
Intentando remediar, sedar, olvidar, moldear
Aquello in moldeable, aquello indómito.
Traducido en mea culpa, me culpa.
A. Collante
jueves, 5 de enero de 2012
Sin argumentos _ 05 de enero de 2012
Sin argumentos _ 05 de enero de 2012
Tristemente, innecesariamente
Malestar meticuloso y duda respetuosa
Sensación inconforme aglutinada en la carne
Y mi corazón se carcome anicotinado y mustio
Entreverado en reverso maldiciente
Arremeto pedregoso sobre la memoria pesada
Que me estoca fácilmente sin esfuerzo
Y me muestra la deshonra que me marca
Sin argumento ni defensa me desmiembro silencioso
Quejumbroso y arrasador sobre los tallos endebles
De mi maldiciente perenne confianza y anhelo
Tan apartado, doliente, sin explicaciones.
A. Collante
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