El ave
_ 26 de abril de 2013
Sueña
lentamente, entre ocres y rosas
Brillantemente,
ineludiblemente
Asemejando
el prado tranquilo
El
atardecer silente
Más
allá de toda palabra
Sobre
las alas marcadas
Del
entendimiento y la felicidad
Allí
mismo donde la conciencia se une a lo macro
Lejos
de las banalidades de la carne y el dolor
Donde
las mañanas cálidas y el rocío reverdecen
Y el
invierno es solo un instante
Y las
montañas son pequeñas
Y el
suspiro remonta el cielo
A.Collante